Hay dos estados independientes dentro de Italia: la República de San Marino y la Ciudad del Vaticano.
Ambos constituyen dos de los países más pequeños del mundo. De hecho, el Vaticano solo tiene 44 kilómetros cuadrados y la Basílica y la Plaza de San Pedro ya ocupan el 20 % de su territorio, siendo el país más pequeño del mundo.
Viganella es un pueblo del norte de Italia (Región del Piamonte) que al estar situado en el punto más bajo de un profundo valle rodeado de altas montañas.
Cada año durante los meses de noviembre a febrero quedaba sumido en la sombra sin recibir un solo rayo de luz solar. Por ello, de la manera más ingeniosa y efectiva decidieron “fabricar su propio sol”, un espejo gigante de 40 metros cuadrados que colocaron en el monte Scagiola a 1.100 metros de altitud, controlado por ordenador en una de las laderas del valle, cuyo objetivo es reducir las horas de penumbra en el periodo invernal.
Los colores de la bandera italiana, verde, blanco y rojo, tienen un significado especial. El verde representa la esperanza, el blanco representa la fe, y el rojo señala la caridad.
En Italia existen muchas supersticiones con diferentes origenes y distintas interpretaciones. Una de ellas es la “mala suerte” o como dicen en italiano “sfortuna” que acompaña el número 17.
El 17 es por excelencia el número de la mala suerte. Por ello, no hay que sorprenderse si en un hotel no hay un 17º piso, ó que en algunos aviones italianos no haya fila 17. Los italianos creen que este número trae mala suerte porque cuando el número romano 17 (XVII) es reordenado se parece a VIXI, que significa “he vivido”, un símbolo que está asociado con la muerte.
Los gatos tienen muchos derechos en Italia.
Desde la época de la Antigua Roma, los gatos son animales muy queridos y considerados patrimonio biocultural en la península itálica. Matar a un gato es considerado un crimen y está penado con una multa de 10.000 euros y hasta tres años de cárcel. En la ciudad de Roma se calcula que viven alrededor de 300.000 de estos felinos a los que se les permite explorar el lugar.
En Italia existe un pueblo en el que es ilegal morirse.
Aunque parezca increíble, esta fue la solución que encontró el alcalde de Falciano del Massico a un problema que ocurre en muchas otras ciudades: el cementerio tenía aforo completo. La ley se aprobó en 2012 y desde entonces es una de las cosas más curiosas de esta ciudad de Campania y de toda Italia.